El sello mexicano de Penélope Records no solo resiste al Covid-19, también mantiene una lucha para que el cassette sea aceptado, mientras la música digital gana terreno a pasos agigantados.
Texto y fotos: Leandro Chacón
Mérida, Yucatán.- Para un sello de cassettes independiente como lo es Penélope Records, enfrentar la pandemia del Covid-19 se ha vuelto una tarea complicada que ha puesto en duda la continuidad del sello, que se ha convertido en un referente dentro de la escena independiente de México en los últimos dos años.
Con la subida del dólar por el Covid-19, la edición de cassettes, al menos para Penélope Records, se ha vuelto complicada, algo que pudieron notar con los últimos lanzamientos de 2020, cuando ni siquiera recuperaron la mitad de la inversión realizada en la compra de los cassettes, que vienen de Canadá.
Abner Gómez, uno de los fundadores de este sello mexicano, menciona para Voces Libres que si el proyecto decide no seguir en la edición y producción de cassettes, el mundo no se acabará. “Al menos sabemos que dejamos huella; tendremos en cuenta de que hubo un sello que estuvo haciendo las cosas bien”.
Un ejemplo de lo anterior, explica vía telefónica, fue el lanzamiento de Bravo EP de Hummersqueal: “Teníamos expectativas altas, pero no fue así. Se hizo una inversión, pero seguimos en números rojos con ese lanzamiento y eso es lo que nos hace dudar de la continuidad de Penélope Records”.
“No sé en qué está en que no haya tenido la aceptación que esperábamos”, menciona sobre el lanzamiento que Penélope Records hizo a finales de 2020 con Bravo EP de Hummersqueal, que se realizó exclusivamente para los fans, ya que ni el sello ni la banda obtuvieron ganancias por el lanzamiento.
Otro de los motivos que hace que Abner dude en continuar con el sello es que el cassette no sea completamente aceptado, sobre todo porque han editado a bandas de renombre de la escena independiente como Big Spin, Hummersqueal, Dolores de Huevos, Sad Saturno, Canseco, Desmemoriados y Tungas.
Abner es sincero y reflexiona que tal vez editar cassettes de bandas de la escena independiente es una desventaja comparada con “otros géneros musicales y más comerciales”, donde la venta de cassettes es redituable. “Allá, el no tener dónde reproducir el tape no es pretexto para no comprarlo”.
Y es que la resistencia del sello no sólo es con la pandemia del Covid-19, ya que se han vuelto predicadores de que si un fan compra un cassette, vinyl o disco compacto, están ayudando a que su banda favorita siga produciendo música, ya que por mucho amor que uno le tenga al arte, “uno también debe comer”.
Aunque hay ocasiones en donde si recuperan la inversión de la compra de cassettes, lo que significa que les fue bien, Abner rememora los orígenes del sello. “Mi socio (Luis Ávila) y yo somos coleccionistas. Entonces, no importa que no sea rentable, lo importante es mantenernos activos el tiempo que podamos”.
Aunque el futuro es incierto y los próximos lanzamientos determinarían la continuidad del sello, Abner asegura que Penélope Records seguirá produciendo cassettes artesanales, grabados uno por uno y de excelente calidad sonora, para que el fan se lleve un bonito producto coleccionable de su banda favorita.
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El último tape que compré en Penélope Records fue justamente el de Hummersqueal y aunque me gustaría que el sello continúe (algo que estoy seguro pasará), en el dramático caso de que decidan parar, sólo podré decirle a Luis y Abner: “Te doy las gracias”, y seguir disfrutando “Octubre” en cassette y a todo volumen.
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