Un vídeo obligó a autoridades de la perrera municipal de Mérida a revelar a un grupo de activistas cuántos perros son sacrificados. La protesta de los defensores de los animales también hizo que se visibilizara otro problema: la tenencia irresponsable de animales.
Texto y fotos: Leandro Chacón
Mérida, Yucatán.- Un vídeo que muestra cómo un empleado de la perrera municipal de Mérida está ahorcando a un perro con un bastón de captura en el fraccionamiento Los Héroes provocó molestia entre defensores de los animales. Esa indignación se trasladó al Centro Municipal de Control Animal (Cemca), como en realidad se llama la perrera, donde activistas protestaron por las atrocidades que se cometen en el lugar.
Yureli Pech, activista y defensora de los animales, alzó la voz por sus compañeras y comentó: “Venimos hoy para exigir un Centro de Bienestar Animal y no una ‘perrera asesina’. Venimos porque salieron unos vídeos donde estas personas estaban ahorcando perritos. Desde el momento de su captura los tratan de la peor manera. Hoy venimos a exigir un trato digno para todos esos animales que están en este lugar”.
En diciembre del año pasado, la activista y un grupo nutrido de defensores de los animales tomaron el control del Cemca unos minutos y lograron liberar a 47 perros. En esa ocasión se habló de que el municipio de Mérida y las manifestantes establecerían una mesa de diálogo, pero Yureli Pech dijo que eso no ocurrió y, al contrario, “nos dijeron que no dejarían de recolectar y que es su deber sacrificarlos”.
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Para evitar que suceda lo mismo del año pasado, Angelina Escalante, jefa de Cultura Ambiental de Mérida, salió a dar la cara junto con el veterinario Roberto Echeverría, quienes dialogaron y contestaron los cuestionamientos de las manifestantes y la prensa. Protegidos por una reja, informaron que desde noviembre pasado se han hecho cambios en la perrera, palabras que por momentos calmaban a las manifestantes.
La funcionaria minimizó el accionar de los trabajadores en el fraccionamiento Los Héroes al comentar que: “Estamos trabajando en cómo mejorar las técnicas de captura que no son fáciles. Al final es un perro callejero que no va a querer ir con alguien que no conoce”. Pese a las explicaciones de Angelina Escalante, una manifestante le contesta y le dice: “Es que no hay motivo para que los maltraten, ni para que los estén jalando”.
La perrera municipal no es un santuario
Cuestionada sobre la periodicidad en que son sacrificados los perros que llegan a la perrera, la funcionaria justifica el accionar del lugar al decir: “Hay que recordar que no somos un santuario y en un Centro de Control (como este), con su normativa, se realizan los sacrificios de aquellos ejemplares que vienen muy enfermos”. La muerte de los perros se realiza a través de la eutanasia, de acuerdo con el veterinario de la perrera.
Roberto Echeverría indicó que al mes se sacrifican unos 35 perros cuya calidad de vida ya no es la adecuada. De los 62 animales, 40 perros adultos y 22 cachorros que hay actualmente en el Cemca, ninguno, según Angelina Escalante, está en condiciones de ser sacrificado. Esas palabras calmaron a las activistas, quienes escucharon con atención otra problemática que existe en Mérida: la tenencia irresponsable de animales.
El veterinario comenta que hace poco la perrera municipal trazó estrategias para que los perros que son capturados tengan una segunda oportunidad de vida al ser esterilizados antes de ser puestos en adopción. “A mí en lo personal me ha dado coraje ver cómo el mismo ciudadano viene a entregar a sus mascotas porque ya no los quieren tener”. El hombre dice no entender cómo alguien abandona a alguien que por años lo hizo feliz.
La jefa de Cultura Ambiental de Mérida dice que el 40 por ciento de los perros que llegaron al Cemca fue porque sus dueños los abandonaron. “Han llegado personas que dicen que se van de viaje y como no pueden llevarse a sus perros, vienen y nos dejan la responsabilidad. Literalmente nos pasan la responsabilidad a nosotros y es un coraje porque cómo es posible que un perro que te ha dado alegrías sea abandonado porque su dueño se va de viaje”.
Roberto Echeverría apunta que también han recibido casos de personas que traen hasta cinco cachorros porque a su perra la pisaron. El empleado municipal, como él mismo se autocalificó, cuestiona a las manifestantes y dice: “Así como ustedes nos exigen una responsabilidad, a esas personas ¿qué castigos se les puede dar?”. El hombre dice que la situación en el Cemca no es fácil cuando te dejan un huacal con nueve cachorros.
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Sobre el caso del fraccionamiento Los Héroes, Angelina Escalante da a entender que fue una persona quien llamó para que la perrera vaya hasta ese lugar. “El Centro Municipal no sale a hacer capturas a menos que sea un reporte de los ciudadanos”. Gracias a esa llamada, otra persona pudo grabar a los trabajadores, lo que dio origen a la protesta que obligó a la perrera municipal a decir cuántos perros son sacrificados.
