Durante la marcha por el Día Internacional de la Mujer evidencian que los feminicidios en Yucatán van a la alza y que no pararán hasta que se haga ¡justicia!
Texto y fotos: Kattia Castañeda
Mérida, Yucatán.- “Mérida no es blanca, es feminicida” es lo que mujeres yucatecas corearon mientras caían las vallas que las autoridades colocaron para proteger el Monumento a la Patria, y que por unos minutos, en su asta, no ondeó la bandera de México, sino la del movimiento feminista que es violeta.
“Así como quieren proteger un monumento que se puede pintar y restaurar, que no tiene vida y que no le quitamos su valor histórico, así nos gustaría que protejan a las niñas que son víctimas de violación y a todas las mujeres que les rompen las costillas, les tiran los dientes, les perforan los pulmones”, es parte del mensaje que le enviaron al Gobierno del Estado, al que también le recordaron que “hubo 26 feminicidios en 2020 que fueron registrados como suicidios”.
“Guardando las cosas, no vamos a solucionar nada, por eso estamos aquí. No nos vamos a quedar calladas, vamos a tirar bardas, romper cristales y mucha más ante un gobierno omiso”, advirtieron en la marcha por el Día Internacional de la Mujer que partió desde el remate de Paseo de Montejo la mañana de este domingo.
En dicho punto de encuentro, con pancartas y portando pañuelos color violeta y verde, recordaron y pidieron justicia por Fernanda y todas la mujeres víctimas de feminicidio en Yucatán, así como de violencia de género.
Igual alzaron la voz por Mayrín de Fátima, quien fue hallada muerta en su departamento a principios de febrero de 2021. Su madre, Mayrín Irigoyen Suárez, acompañada de su familia, dijo: “el 6 de febrero, Ricardo P. mató a mi hija y aunque (él) quiere pasarlo como suicidio, esto no es cierto”.
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Agregó: “Las autoridades no están haciendo nada, según ellos están investigando, pero no, de haber querido, ya lo hubieran metido a la cárcel. Saben quién es, saben dónde vive, está libre”, por lo que pidió: “justicia y que metan a la cárcel al asesino”.
La activista Adelaida Salas Salazar indicó que los feminicidios en el Estado van en aumento y más que el número, preocupa los supuestos suicidios en mujeres que “estamos reabriendo (en Kanasín, Hunucmá y Mérida) porque hay suficientes evidencias de que no fueron suicidio, sino feminicidio”.
Explicó que toda muerte violenta de mujer debe ser investigada y la Fiscalía General del Estado (FGE) no lo hace. “La Fiscalía llega, ve a la mujer colgada, (y determina que) se suicidó, no averigua si la golpearon, si había una vida de violencia, no averigua el contexto, solo acordona y listo, entrega el cuerpo”.
Las causales que componen el delito de feminicidio son las siguientes: violación de amistad, parentesco o sentimental; golpes y heridas que los agresores infringen al cuerpo; la violencia sexual; la superioridad de las personas que atacan; las denuncias previas de la víctima que no son correspondidas y que los agresores tiren los cadáveres como basura en algún espacio.
Bailes, aplausos y consignas como: “El Estado opresor es un macho violador”, “Mujer empoderada, ni sumisa, ni callada” y “La policía no me cuida, me cuidan mis amigas”, es lo que a lo largo del trayecto del contingente se escuchó y causó mirada de los que pasaban. Incluso, automovilistas se detuvieron para apoyar sonando el claxon.
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Las manifestantes que son el grito de las que ya no están y de aquellas que no quieren que falten, en las escaleras y alrededor del Monumento a la Patria, después de entonar la “Canción de miedo” de Vivir Quintana, una vez más, pidieron ¡justicia!
